lunes, 17 de agosto de 2009

Adquisición de un periquito

Hay que adquirir a los animales en establecimientos especializados o directamente de los criadores. En cualquiera caso el principiante deberá solicitar toda la información posible aunque siempre el criador le proporcionará los mejores consejos. Siempre que nos sea posible seleccionaremos ejemplares anillados que nos darán mayores garantías. En todo caso el establecimiento debe ser de nuestra confianza y cumplir unos requisitos mínimos en cuanto se refiere al orden y limpieza: jaulas limpias y ordenadas con los comederos y bebederos en condiciones óptimas. Animales con espacio suficiente, protegidos del sol y de las corrientes de aire, etc. Al comprar un periquito debemos asegurarnos que se trata de un animal sano para ello observaremos su comportamiento en la jaula: deberá mostrar atención a nuestra presencia sin por ello agitarse violentamente. Sus movimientos deben ser vivaces. Debemos evitar aquellos animales que se muestran somnolientos, acurrucados en un rincón o con las plumas ahuecadas. El plumaje debe ser brillante, liso y con las plumas ordenadas, debemos comprobar también que las plumas que rodean la cloaca estén limpias. Las alas estarán pegadas al cuerpo sin presentas posturas extrañas. Los ojos deben ser redondos, bien abiertos, sin legañas o lágrimas. El pico debe ser de longitud normal y no presentar deformaciones. La cera superior del pico de color vivo, lisa y entera con las fosas nasales limpias de mucosidades permitiendo una respiración tranquila sin sonidos de ninguna clase. Los excrementos deben tener una consistencia pastosa no demasiado líquidos para comprobarlo podemos esperar observando al animal hasta que defeque. Un apetito o sed exagerada denota también una posible enfermedad. Las patas deben presentar un aspecto sano, sin costras o escamas resecas y con los dedos y uñas al completo y en buen estado. Unas patas lisas y en perfectas condiciones suele ser indicio de juventud.
Siempre es recomendable adquirir un ejemplar joven. En los ejemplares anillados reconocer la edad del ave resulta sencillo, ya que en el anillo se suele inscribir, entre otros datos, el año del nacimiento. En los ejemplares de periquito más jóvenes las ondulaciones de la cabeza llegan hasta la frente. A medida que pasa el tiempo y van cambiando las plumas este inicio se retrasa dejando visible la clásica máscara. La zona cérea nos indica también la edad. En los ejemplares jóvenes es de un color rosado que luego tiende al marrón si es hembra o al azul si es macho.
Al llegar a casa debemos situar al animal en la jaula. Esta estará situada en su lugar definitivo con los comederos repletos para no tener que molestarlo durante un tiempo y vaya acostumbrándose a su nuevo hogar y a sus nuevos cuidadores. Es normal que tras el traslado el animal se muestre agitado por lo que intentaremos asustarlo lo menos posible. Si está situado en una zona de paso o con niños podemos cubrir la jaula total o parcialmente con un paño para evitar que nos vea. Si vamos a instalarlo en una pajarera, es recomendable esperar y mantenerlo unos días en jaula hasta asegurarnos de su perfecto estado de salud. Poco a poco los periquitos se irán adaptando a sus compañeros y a nuestra presencia.

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